19 de marzo de 2012

La importancia de prevenir las caídas


Según la OMS << Las caídas se definen como acontecimientos involuntarios que hacen perder el equilibrio y dar con el cuerpo en tierra u otra superficie firme que lo detenga >>

La edad es uno de los principales factores de riesgo de las caídas y por ello, los ancianos son quienes corren mayor riesgo de muerte o lesión grave por caídas. El riesgo se debe, en muchas de las ocasiones, a los trastornos físicos, sensoriales y cognitivos relacionados con el envejecimiento, así como a la falta de adaptación del entorno a las necesidades de la población de edad avanzada.
Según Varas-Fraba F. et al, los estudios epidemiológicos estiman que alrededor de una de cada 3 personas mayores de 65 años que viven en la comunidad se caen al menos una vez al año, con un incremento progresivo de caídas al ir aumentando la edad de la población. De los mayores que se caen, aproximadamente la mitad volverá a tener otra caída en el siguiente año.
 
Según Gobierno Hernández J. et al las personas que ya han sufrido una caída han sido la mayoría fuera del domicilio, aunque también hay una cifra elevada de personas que se cayeron en su domicilio, siendo por tropezar con un obstáculo o resbalar. Muchos de ellos comentan que en sus casas no tienen asideros en el baño, tienen alfombras deslizantes, escaleras sin barandillas o pasamanos y escalones de más de 20 centímetros, los cuales son factores que incrementan el riesgo de caídas.

El miedo a tener otra caída es la principal consecuencia psicológica de las caídas y forma parte del «síndrome poscaída», junto con la disminución de la movilidad y la pérdida de capacidad funcional y confianza para realizar actividades de la vida diaria, donde el personal de enfermería debe incidir y ayudar a los familiares y al anciano a proporcionar una confianza en el domicilio con medidas de prevención general tales como:
  • Colocar un plato de ducha, en vez de bañera
  •  Quitar las alfombras que puedan resbalar
  • Colocar barandillas en las escaleras
  • Tener las cosas que se utilizan a diario en armarios bajos
  • Tener bien alumbrada la casa por la noche


Además de prevenir las caídas y todas las complicaciones que más tarde las preceden, desde mi punto de vita, ayudamos a los ancianos a sentirse más seguros, sobre todo a aquellos que viven solos en sus casas. Las enfermeras de atención primaria deberán visitar a estas personas con mayor riesgo de caídas y evaluar, junto con un trabajador social, la situación en la que vive dicho anciano, ya que puede precisar de una ayuda para realizar las actividades instrumentales de la vida diaria, o incluso las básicas.

Yo aconsejaria, que para aquellas personas de edad avanzada, que no se sienten seguros en casa,  un servicio de teleasistencia con el cual, podrán estar en contacto las 24 horas con personal cualificado que responderán a cualquier petición que se les realice. Dicho servicio, coloca en la casa del anciano un dispositivo con el que poder comunicarse, así como, un medallón que llevará siempre al cuello dicha persona y, en este caso, por cualquier caída, puede avisar a los servicios sanitarios.




Bibliografía:

2 comentarios:

  1. Las caídas de ancianos en sus domicilios son realidades mucho más habituales de lo que nos gustaría y pueden comportar riesgos importantes, por eso deben ser afrontadas, en primer lugar desde la prevención. Yo me permitiria aportar que esta prevención debería intensificarse en residencias de mayores ya que allí residen personas ancianas frágiles que en muchos casos toman diferentes medicaciones por lo que su riesgo aumenta. Saludos y gracias por su post. Josep de Martí, director del portal sobre residencias de tercera edad www.inforesidencias.com

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